Se trata de un cuento en el que las protagonistas son las emociones. Este libro fue el hilo conductor que usamos para nuestro proyecto del primer trimestre "yo soy de colores".
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"El Monstruo de Colores no sabe qué le pasa. Se ha hecho un lío con las emociones y ahora le toca deshacer el embrollo. Una historia sencilla y divertida, que introducirá a pequeños y a mayores en el fascinante lenguaje de las emociones".
Creo que es bastante evidente que la educación emocional está en auge en los últimos tiempos. Cada vez somos más conscientes de la importancia de trabajar este aspecto desde bien pequeños. Antes, no sólo no existía la educación emocional, sino que muchas veces se reprimían las emociones: los niños no lloran (y los hombres todavía menos), las niñas sí pueden (en las mujeres la tristeza está mejor vista, ellas son así) pero han de reprimir la rabia (que es más aceptada socialmente en los hombres), no hay que enfadarse, no hay que tener miedo... ¿Y por qué había que reprimir las emociones? ,¿Acaso hay emociones buenas y emociones malas? Hoy sabemos que no es así, que todas las emociones son necesarias, y la reacción a diferentes estímulos. Hoy sabemos que si reprimimos las emociones, si no sabemos identificarlas y expresarlas, si las evitamos, sólo vamos a conseguir generar malestar e incluso intensificarlas (la tristeza se puede convertir en depresión, el miedo en ansiedad...). Hoy invitamos a los niños a hablar de cómo se sienten, de sus reacciones, les animamos a contar sus miedos para superarlos, les abrazamos si están tristes y les escuchamos.
Nunca hay que menospreciar las emociones de los niños, aunque sus miedos nos parezcan absurdos, aunque pensemos que no tienen motivos para estar tristes (¡uy, pues todo sea eso! ¡ya verás cuando seas mayor!), aunque no entendamos por qué se han enfadado. Son sus sentimientos, lo que para ellos es importante en ese momento. Hay que escucharles y acompañarles en el fascinante mundo emocional, porque si no lo hacen desde que son niños, les resultará más complicado cuando sean adultos.
El cuento me parece un excelente punto de partida para profundizar en el terreno emocional, tal y como hemos hecho a lo largo de nuestro proyecto "yo soy de colores ". A partir del cuento, el trabajo emocional lo tiene que realizar cada uno, en función de las características de sus hijos o alumnos, teniendo en cuenta, por supuesto, sus experiencias previas.
En nuestro caso no partimos de cero. Llevamos varios meses trabajando con las emociones y mis alumnos ya están familiarizados con ellas. Hemos trabajado varios cuentos ( Monstruo Rosa, ¿ De qué color es un beso ?, Yo voy conmigo... y muchos más), además de un cuaderno de las emociones, el rincón de " Estoy contento ".
Creo que les va a encantar jugar con el monstruo, porque es muy gracioso y ha formado parte de nuestro aula durante todos estos meses: lo cogían para leer, para desayunar, para bailar, para escuchar los cuentos y hasta discutían por tenerlo encima.... También está muy bien lo de asociar un color a cada emoción, sobre todo porque el cuento trata las emociones básicas.
Dicho esto, creo que podemos asociar las emociones a muchísimas cosas: a colores, a fragmentos musicales , a una parte del cuerpo... Pero lo dicho, cuantas más emociones se trabajen, más complicado es asociarlo a algo.
Aquí os dejo varios recursos que nos facilita la propia editorial. Sólo tenéis que hacer click en cada enlace para acceder a él.
Recurso 1: Bote de cristal con emociones. Los niños colocan lanas de 5 colores diferentes en cada bote según la emoción que sea. Si no tenemos lanas podemos hacerlo con bolitas de plastilina o bolitas de papel de seda de colores.
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Recurso 2: Fotocopias emociones. Una vez leído el cuento y explicada cada emoción, podemos usar estas plantillas para que los niños coloreen el monstruo del color que creen que se siente. Si queremos ampliar los dibujos de este recurso, podemos comprar el cuento coloreable de la misma editorial.
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Recurso 3: Fotocopias neutras. Una vez leído el cuento y explicada cada emoción, podemos usar estas plantillas más neutras donde lo que siente el monstruo no es evidente. Con ellas el niño tiende a proyectar más la emoción propia que él está sintiendo o que de algún modo le ha llamado más la atención.
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Este recurso me gusta especialmente, porque da lugar tanto a la creatividad de los niños como a la expresión de su propio mundo emocional. Me gustará ver qué expresión facial escogen, qué colores, qué añaden alrededor del monstruo... Ya os he contado que Monstruo de colores ha sido muy importante para nosotros: ha sido uno más de 1º B.
Recurso 4: Máscaras de emociones. Encontraréis algunas ya con color y otras para colorear los niños en función de como crean que se encuentra el monstruo. Listas para recortar y usar como herramienta para ayudar a identificar y gestionar emociones.
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| PINCHA AQUÍ Este trabajo que os propongo es para que lo vayáis haciendo tranquilamente a lo largo de los próximos días. Quiero que lo disfrutéis y que penséis en lo que estáis sintiendo. Es positivo que expreséis lo que sentís aunque , en ocasiones, no sepamos ponerle nombre... ¡ podemos ponerle color !. Monstruo de colores también está como nosotros en casa. ¿ Quieres saber qué le pasa ?. |
Vamos a recordar qué son las líneas rectas y las líneas curvas y cuántos tipos hay de cada una.
Intenta hacer la siguiente ficha para comprobar que has entendido la explicación.
Si no estás muy cansado, haz algo de cálculo y recuerda poner tu nombre, apellido y fecha en todos tus trabajos.
¡ FELIZ TARDE!
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